El consumo de tranquilizantes (benzodiacepinas) en personas mayores aumentó durante la pandemia. ¿Es el consumo de estas drogas la respuesta a los problemas surgidos del aislamiento social? ¿Acaso se está medicamentalizando el envejecimiento?
M. Victoria Weisbrot
Felipe Villegas
Lucas Goldin
Bajo la sombra de la pandemia del covid-19, la población expuesta al aislamiento por un periodo prolongado de tiempo vio afectada su salud mental. Una valencia negativa de la experiencia tales como incertidumbre, angustia, pauperización de la situación económica del hogar son factores explicativos de estos malestares generalizados (Observatorio de Psicología Social Aplicada OPSA, 2020).
Se percibió que una parte de la población debió recurrir a ayuda en la salud mental y los datos expuestos por la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) sobre la venta de fármacos sostienen esta percepción ya que expresan un aumento en el consumo de psicofármacos, en concreto de las benzodiacepinas.
Desde este equipo, compuesto por profesionales con férreos intereses en los datos y la salud, venimos desarrollando la línea de investigación y de divulgación enfocada en las Personas Mayores, Datos y Políticas Públicas. En este artículo nos enfocaremos en la salud mental de las personas mayores y la medicalización de la misma.
Los datos expuestos por la COFA dejan sobre la mesa una serie de inquietudes respecto al proceso de envejecimiento y de la medicamentalización de la vejez. Los mismos señalan un aumento en la venta de psicofármacos y en particular benzodiacepinas. Este grupo de fármacos tienen como objetivo disminuir la ansiedad y ayudar a inducir el sueño.
Como puede apreciarse en el cuadro N°1 se comparan la venta de benzodiacepinas en el 2019 contra el 2020. Observándose que las distintas benzodiacepinas vieron aumentada su venta durante el año 2020.
Cuadro n° 1. Aumento en la venta de benzodiacepinas 2019-2020 a nivel nacional.
Fuente: COFA
Dichos datos, acompañados de los datos producidos y comunicados por PAMI, nos permiten afirmar que el consumo de benzodiacepinas ha aumentado entre las personas mayores. En los datos abiertos de PAMI pudimos observar que las benzodiacepinas se encuentran en el podio en conjunto con los complejos vitamínicos y los antihipertensivos. Al ser PAMI la obra social por excelencia de las personas mayores y que, a su vez dispensa los medicamentos de manera gratuita para sus afiliados, es que podemos inducir que nos encontramos frente a un grupo etario con un consumo potenciado de estas sustancias.
La pregunta que subyacente aquí es si nuestro sistema de salud está dando la mejor respuesta a nuestros adultos mayores.
Medicalización de la vida
El diccionario de salud pública de Kishore conceptualiza la medicalización como “la forma en que el ámbito de la medicina moderna se ha expandido en los años recientes y (que) ahora abarca muchos problemas que antes no estaban considerados como entidades médicas”. Nosotros agregamos, que este proceso fue desarrollándose por la relación entre el sistema sanitario hijo del Modelo Médico Hegemónico y las demandas en salud.
Esta relación se pone sobre la mesa en el momento en el cual: los pacientes exigen medicamentos para sentirse adecuadamente atendidos en el consultorio, los profesionales médicos que solo tiene a disposición el medicamento como respuesta a los problemas y la ausencia de alternativas por fuera del paradigma biomédico por parte del sistema.
Para realizar una reflexión sobre esta temática hay que pensar, a priori, que el proceso de envejecimiento es natural al desarrollo humano. Y a su vez, que es esperable la aparición de disfunciones mentales y cognitivas con el aumento de la edad.
Es así, que ciertas enfermedades no son comprendidas de manera adecuada desde una perspectiva de la atención y de la conceptualización sanitaria a las distintas etapas vitales. Son frecuentemente contemplados el envejecimiento y la vejez desde la lógica de la enfermedad, debido al deterioro cognitivo y físico asociados a la inactividad económico-laboral. Sin embargo, no es algo directo ni transversal al proceso de vejez como algo determinante.
Como se sostiene, durante la vejez las funciones cognitivas y la capacidad de adaptación frente al estrés resultan disminuidas progresivamente y la medicamentalización aparece como una de las vías más propiciadas en cuanto intervención, muchas veces sin valorar los riesgos asociados (como caídas de la persona mayor).
Entre los padecimientos en salud mental recurrentes durante la vejez sobresalen las demencias, la depresión, la ansiedad y el abuso de alcohol, entre otras. Estas implican un problema en la capacidad de adaptación de las y los adultos mayores frente a estresores “naturales” de este ciclo vital.
El contexto de pandemia potenció la angustia e incertidumbre, que se tradujo en ansiedad, insomnio, cambios del estado de ánimo y en la conducta, encontrándose así la medicalización como la vía más legitimada de intervención frente a esos padecimientos.
Sin embargo, preocupa el aumento en el consumo de benzodiacepinas frente a otros mecanismos de intervención en salud mental tales como la psicoeducación, la terapia clínica, terapias cognitivo conductuales, la terapia de aceptación y de compromiso y el entrenamiento en habilidades de afrontamiento al estrés y la ansiedad que poseen gran evidencia para el afrontamiento de estos tipos de padecimientos.
Muchas veces estas alternativas a la medicalización resultan lejanas por desconocimiento, incapacidad económica, falta de acceso integral a la salud o ausencia de programas concretos de intervención terapéutica en personas mayores.
Para caracterizar adecuadamente este fenómeno es necesario la obtención de datos que permitan visualizar y comprender los niveles de consumo de psicofármacos y del acceso real a distintas estrategias de afrontamiento o terapias de salud mental, en la tercera edad y en la población general.
Para lograr construir Ciudades Amigables con la Tercera Edad propuestas en los objetivos de la OMS, el acceso a servicios de salud mental de manera transversal e integral debe ser contemplada a fin de promover un envejecimiento saludable, para ello es fundamental que la información se traduzca en políticas públicas.
Fuentes
http://observatorio.cofa.org.ar/index.php/2021/05/20/evolucion-de-las-dispensas-de-psicofarmacos-durante-2020/ (Último Acceso 7/12/2021)
http://datos.pami.org.ar/ (Último Acceso 7/12/2021)