La emergencia sanitaria obligó a los estados nacionales a tomar medidas para evitar la propagación del virus, el cierre de las instituciones educativas como medida prioritaria conllevó a la necesidad de utilizar la modalidad virtual para sostener la educación. Esta medida sirvió para revelar efectivamente la relación entre la distribución de acceso, uso e impacto de las tecnologías de la información y comunicación entre los ciudadanos en Argentina. 

 

Carla  Rossi 

Equipo de Educación y TIC del Laboratorio de Datos y Políticas Públicas. 

El Ateneo. AC. 

 

A dos años del estallido de la pandemia del COVID-19 y frente al retorno de clases presenciales, el Ministerio de Educación relanza el plan Conectar Igualdad con el fin de “recuperar el espíritu” del proyecto del 2010. Aquel programa buscaba democratizar el acceso a computadoras no solo a los estudiantes y docentes de escuela pública, sino también a las familias de estos actores. Se puso el foco en la necesidad de introducir estos dispositivos dentro de los hogares para apropiarse de las infinitas posibilidades que habilitan. El tiempo pasó y las necesidades digitales cambiaron, en este artículo nos preguntamos ¿Cuál fue el impacto de las políticas de inclusión y alfabetización digital en la reducción de las brechas tecnológicas?¿Qué innovación aporta la nueva versión de Conectar Igualdad respecto a las políticas desarrolladas con anterioridad? 

 

La emergencia sanitaria obligó a los estados nacionales a tomar medidas para evitar la propagación del virus, el cierre de las instituciones educativas como medida prioritaria conllevó a la necesidad de utilizar la modalidad virtual para sostener la educación. Esta medida sirvió para revelar efectivamente la relación entre la distribución de acceso, uso e impacto de las tecnologías de la información y comunicación entre los ciudadanos en Argentina. 

 

La suspensión de las clases presenciales llevó a la escuela dentro de los hogares tanto de los alumnos como de los docentes. Frente a este desafío, los gobiernos nacionales pusieron en marcha una batería de medidas de emergencia para permitir la continuidad pedagógica dentro de espacios digitales. Este contexto expuso la desigualdad frente a la disponibilidad y el acceso a dispositivos tecnológicos y conectividad. Una investigación de Bautista Murillo establece que Argentina tiene un 82% de la población con acceso a internet. Sin embargo, este dato incluye los datos móviles. Si solo consideramos el acceso a internet banda ancha,  el número se reduce al 38% de los hogares. Este dato empeora cuando se miran provincias como Formosa, donde al menos el 70% de los hogares no accede a banda ancha.  

 

No obstante que en nuestro país han existido políticas públicas destinadas a promover la digitalización de la población, los esfuerzos para reducir la brecha digital entre los ciudadanos aún no son suficientes. El Programa “Conectar Igualdad” que buscaba dotar de dispositivos inteligentes a estudiantes de todo el país fue descartado en el año 2015 por sus altos altos costos económicos en relación al impacto en el rendimiento estudiantil. En su reemplazo, en 2018, se lanzó el programa “Aprender Conectados”. Este programa tuvo por objetivo dotar a escuelas públicas de todos los ciclos educativos, de equipamientos tecnológicos tales como kits de robótica educativa, Tablet, netbook y conectividad. El foco estuvo puesto en la “alfabetización digital”, es decir, propiciar el desarrollo de competencias y capacidades en los estudiantes a través de la interacción con dispositivos TIC. Aprender Conectados contaba con capacitaciones a docentes, orientando su rol a intermediarios del proceso de aprendizaje de habilidades funcionales y “neutrales” a los estudiantes. A la vez que desposeía a estudiantes de dispositivos digitales para continuar su formación fuera de la institución.

 

Conectar Igualdad y Aprender Conectados, buscaron impulsar la inclusión digital aportando al desarrollo social y cultural de la población. Ahora bien, los esfuerzos realizados por estas políticas no parecen haber plantado las bases necesarias para sostener la implementación de las clases virtuales dentro de los hogares.

 

Acceso a la educación durante la Covid 19 

 

En lo que concierne a la respuesta estatal, desde la primera semana del cierre de las escuelas lanzó la plataforma “Seguir Educando” alojada en el portal de educ.ar. En esta plataforma se encuentran materiales audiovisuales, textos, programas de televisión, radios según el nivel educativo, materias y tema. A nivel local, algunas provincias crearon sus propios portales educativos que ya funcionaban previamente a la pandemia, como es el caso de  “Campus educativo” (Santa Fe). Sin embargo, estos portales tienen el objetivo de acompañar las clases presenciales y no ser un reemplazo de las mismas, como se requirió durante el aislamiento. 

 

Otras provincias siguieron la iniciativa nacional y crearon sus propios portales educativos, algunas con contenidos propios y otras apoyadas en los recursos pedagógicos sugeridos por el Ministerio.

 

Al mismo tiempo, el Ministerio aprovecho los recursos preexistentes cuando puso en funcionamiento netbooks y tablets almacenadas que no habían sido entregadas durante el gobierno de Cambiemos, desbloqueandolas y actualizandolas, para entregarlas a estudiantes desconectados. Otra iniciativa fue el desbloqueo de netbooks que ya habían sido asignados a estudiantes, esto posibilitó activar dispositivos  que estaban fuera de servicio.  

 

Los esfuerzos del Poder Ejecutivo no se quedaron allí, también se buscó fortalecer la infraestructura digital, el Ministerio de Educación junto con Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) y ARSAT firmó un acuerdo con compañías de telefonía móvil para favorecer la navegación gratuita y liberar el uso de datos en plataformas educativas para docentes y estudiantes. Para complementar esta iniciativa el Plan de Conectividad Juana Manso 2021 desde el Ministerio de Educación, que se crea durante la pandemia,   . 

 

El plan federal Juana Manso contempló el diseño e implementación de una plataforma educativa que contempla una navegación gratuita, segura y soberana. Allí se organizan aulas virtuales, se incluye un repositorio federal de contenidos educativos, junto con un módulo de  seguimiento e investigación a partir de la producción de datos abiertos. Esta propuesta piensa los contenidos y formaciones con el foco puesto en un enfoque de derechos e inclusión, equidad y educación de calidad,  tendiente a seguir las trayectorias escolares de los estudiantes.

 

No obstante las iniciativas desarrolladas por el Gobierno Nacional para asegurar el acceso a la educación durante la pandemia parece no haber sido suficiente, varias familias tuvieron serias dificultades para acceder a las clases en línea.

 

En un análisis realizado por CIPPEC de la Evaluación Nacional de Procesos de Continuidad Pedagógica establece que el medio más usado para establecer el dictado de clases y la comunicación entre los docentes y los estudiantes, tanto en primaria como en secundaria, fue el teléfono celular. Principalmente, vía WhatsApp o SMS (82%) con menor medida que las llamadas (54%).  También, ocupa un lugar significativo el uso de correos electrónicos y plataformas educativas como Google Classroom, Moodle y otras plataformas de reuniones como Zoom. Quienes no poseen una computadora se apoyaron principalmente en WhatsApp para continuar con la currícula. 

Un estudio de Argentinos por la Educación relevó que si bien la conectividad de los alumnos de secundario y terciario/universitario se encuentra en un 89.7% en el segmento de 13 a 17 años y en un 90.2 % en el segmento de 18 a 29 años, en su mayoría la conexión a internet se establece a través de teléfonos celulares. Tan sólo un 60%  en el primer grupo y un 53,9% cuentan con computadoras. Si consideramos que quienes integran este sector de la población fueron beneficiados por la dotación de netbook durante el 2010, nos enfrentamos a un panorama altamente desigual respecto al acceso a dispositivos digitales.

 

Otro aspecto a tener en cuenta es la calidad de la conexión, ya que los recursos educativos audiovisuales y las videollamadas consumen grandes cantidades de datos que se consumen entre toda la familia. Tener internet no es estar conectado ya que una velocidad menor a 20 Mbps dificulta las actividades sincrónicas como las videoconferencias, y en Argentina, más de la mitad (54%) de los estudiantes están conectados bajo esta velocidad. Este factor visibiliza la necesidad de  asegurar que la población cuente con una conexión de calidad y veloz.

 

El relanzamiento de Conectar con Igualdad, que en su nueva versión incluye la dotación de computadoras a estudiantes y la implementación de la Plataforma Federal Juana Manso, se presenta como respuesta a un panorama que evidenció que garantizar la conexión y el acceso a dispositivos tecnológicos a las familias es clave para romper la brecha digital y asegurar el derechos a la educación 

 

Es un logro por parte del Ministerio de Educación abrir los primeros caminos para pensar una infraestructura soberana, que favorezca el desarrollo de la industria nacional de software, con datos protegidos y navegación gratuita, pilares fundamentales para permitir la continuidad pedagógica en el contexto de aislamiento que se vivió durante los años anteriores y ante distintos escenarios que puedan plantearse en el futuro. 

 

Sin embargo, la respuesta de las autoridades fue lenta en relación a lo que demandaba la suspensión de la presencialidad, pues se transitaron dos años de aislamiento preventivo sin una política pública que integre conectividad, educación a distancia y dotación de dispositivos tecnológicos.

 

Lo mismo sucede con la implementación de la plataforma de los sistemas educativos, se promovieron el uso de aulas virtuales como Google Classroom, Moodle que permiten la interacción asincrónica entre docentes y alumnos. Estas plataformas digitales provenientes del sector privado como son Google y Facebook, han liderado los cambios en las políticas educativas de emergencia durante la pandemia, brindando sus servicios de manera “gratuita” por que se monetizan a partir de nuestras interacciones e instalan un modelo de negocios que extrae, analiza y vende a través de los datos que generamos. Algunas posturas intelectuales miran con recelo el avance de estas plataformas dentro de las discusiones educativas como impulsores de saberes y habilidades digitales que se instalan en la currícula escolar de manera estandarizada, acrítica y desconectualizada.

 

Sin embargo, la pandemia expuso la necesidad de seguir contando con políticas públicas que tengan entre sus objetivos la reducción de la brecha digital. El Programa Conectar Igualdad  se presenta como una respuesta necesaria ante este contexto. Integrar conexión, infraestructura digital y dotación de dispositivos a la población es clave para garantizar el acceso de forma equitativa al mundo digital proveniente. Es un avance importante en materia de pertinencia y soberanía que el Ministerio de Educación trabaje la implementación de una plataforma digital propia para soporte de la currícula. 

 

Sostener y profundizar el Plan Federal Juana Manso, podría implicar una solución respecto a la aparición de estas empresas tecnológicas, ataja las preocupaciones respecto del uso de la información, la privacidad y la confidencialidad de los datos. La implementación de plataformas digitales educativas representa grandes desafíos, implica pensar procesos de capacitación que garanticen la apropiación de estos recursos por parte de la comunidad educativa. En este proceso también es clave implementar metodologías que permitan entender y analizar el uso que la ciudadanía otorga a estos dispositivos. El seguimiento de trayectorias educativas y la actualización constante de los recursos son campos de información que se aprovechan a partir de datos generados por dicha plataforma. implica un aporte importante y más que enriquecedor a la hora de comprender las ventajas que trae el mundo digital dentro de la educación si se la piensa a disposición de la sociedad.

 

Una agenda nacional que incorpore a la tecnología digital en profundidad con una mirada educativa, federal y que contenga tanto a los docentes como alumnos es de vital relevancia para el futuro que nos espera en la educación.